La Fundación Fomento de la Vivienda Social es una entidad sin ánimo de lucro que llevamos 30 años acompañando a familias atendidas por Cáritas en situación de vulnerabilidad para que puedan vivir en un hogar digno. La vivienda que les proporcionamos siempre es temporal , ya que el objetivo es que la familia salga adelante y vuelva a convertirse en autónoma.
La Fundación tiene unos 400 pisos en Barcelona destinados al alquiler social y el 100% de estas viviendas se destinan a familias vulnerables . Por tanto, la fundación no es una empresa que se dedique al negocio inmobiliario, sino todo lo contrario, ya que destina íntegramente las viviendas a uso social. El precio del alquiler siempre se marca en función de las posibilidades de la familia y nunca es superior a 280 €, pero cuando la familia ni siquiera puede aportar la cantidad pactada, desde la Fundación y Cáritas revisamos individualmente la aportación posible y las ayudas a activar.
Desgraciadamente las familias deben esperar muchos meses para conseguir entrar a vivir en uno de los pisos de la fundación, y por tanto, cuando llega el momento tan deseado, si se encuentran que en este piso ha estado ocupado y ya están viviendo otras personas , no pueden acceder. Cuando esto ocurre, el sufrimiento y la frustración de las familias atendidas es muy grande, y en la mayoría de los casos, esta frustración tiene un fuerte impacto sobre su salud.
En estos casos tan concretos, la Fundación siempre intenta hablar con las personas o familias que se encuentran ocupando la vivienda, para intentar ofrecerles una solución alternativa, ya sea contactando y mediando con los servicios sociales municipales, o explicándoles que pueden empezar un itinerario de acompañamiento en Cáritas. Eso sí, este itinerario de acompañamiento tiene un recorrido claro y estipulado, y no es posible saltarse este procedimiento, ya que desgraciadamente hay mucha más gente vulnerable esperando por ser atendida y poder ser acompañada.
Sólo en aquellos pocos casos en que las personas o familias que se encuentran ocupando el piso de la Fundación no han querido hablar con nosotros ni con servicios sociales, o han rechazado todas las propuestas y alternativas que se les ha ofrecido, nos vemos obligados a abrir un procedimiento legal para desatascar la situación e intentar que el equipamiento recobre su función social original.
En contadas ocasiones nos encontramos con que alguna familia atendida no quiere continuar con el acompañamiento y el trabajo conjunto con la Fundación y Cáritas. Si además se detectan irregularidades y problemas de convivencia, entonces en la fundación no nos queda otra opción que recuperar la función original de la vivienda y garantizar que otra familia vulnerable pueda alojarse en el piso que lleva tanto tiempo esperando.
El impago del alquiler y suministros nunca es, en sí mismo, el motivo para iniciar el proceso de recuperación de la vivienda.
Nuestra tarea es dar oportunidades y garantizar que las personas y familias que realizan este proceso de acompañamiento con Cáritas y la Fundación puedan finalmente acceder a la vivienda que necesitan desde hace tiempo. Sin este acompañamiento, estas personas no tienen adónde ir y ven interrumpido el proceso de recuperación de su dignidad. Debemos velar por ellas, y también para que nuestros equipamientos sirvan efectivamente para la función social por la que han sido pensados.
Desde la fundación y desde Cáritas somos conscientes de que la situación actual de la vivienda es un problema grave, y hace tiempo que desde las entidades sin ánimo de lucro reclamamos más parque público de viviendas sociales, para pasar del 2% actualmente disponible en Cataluña, al 15%, que es la media europea. Y con la situación de pandemia que estamos viviendo, esta situación de emergencia habitacional todavía se ha agravado más en los últimos meses. Pero la solución a esta emergencia habitacional nunca pasará por la ocupación y mal uso de pisos destinados a uso social.
