Foto de Laura Pujol
Actualmente la Fundación tiene un equipo de 10 educadoras sociales que realizan el acompañamiento a las familias que viven en los pisos que gestiona la entidad. Hablamos con Anna Moya , una de nuestras compañeras, para que nos explique cómo es su trabajo y su día a día.
Fundación Vivienda Social: Buenos días Anna, ¿cómo es tu jornada laboral?
Anna Moya: Pues no puedo explicarla porque nunca da igual. Nosotros trabajamos con una media de 44 familias y todas ellas son muy diferentes y necesitan que las acompañemos de forma diferente. Por mucho que intentes planificar la realidad se impone.
FHS: Pero tiene diferentes tareas…
AM: ¡Verdad tanto! Cuando llega una nueva familia a un piso de la Fundación lo que hacemos es sentarse con ellas y hacer el plan de trabajo. Después iremos haciendo encuentros de seguimiento, dónde iremos trabajando con la familia para alcanzar los objetivos marcados.
Las entrevistas tienen un papel muy importante, lo hacemos en la oficina pero también en su casa ya veces en espacios públicos .
FHS: ¿Y cómo lo hace?
AM: Lo primero que hacemos conjuntamente es analizar cuáles son sus necesidades, qué problemas o situaciones deben resolver para poder caminar hacia su autonomía y salir de la exclusión residencial. Lo que todas tienen en común es la falta en el acceso a la vivienda pero puede ser por muchos motivos: económicos, de funcionamiento social, desconocimiento del mundo administrativo, por no estar regularizadas… hay muchos. Este plan queda escrito y hacemos seguimiento periódico.
FHS: ¿Y cómo se relaciona con las familias?
AM: Con las familias creamos vínculos muy fuertes, les acompañamos en momentos vitales muy importantes, y les ofrecemos una alta disponibilidad. Debemos ser muy polivalentes pues podemos encontrarnos con cualquier tipo de perfil.
FHS: ¿Es fácil?
AN: Sí y no, depende de cada familia, de su realidad, de las expectativas…
FHS: Y personalmente, ¿cómo lo gestiona?
AM: Pues es complicado, debes pensar que a veces no podemos resolver o dar la respuesta más adecuada a lo que nos piden. Y esto puede generar frustración y ansiedad a los educadores. El trabajo con los compañeros aquí es importante, tanto por la posibilidad de compartir emociones como a nivel técnico.
FHS: ¿Y cómo lo viven las familias?
AM: El proceso de autonomía no es lineal, hay pasos atrás, pero debemos acompañarlos. Hagamos mucha contención emocional, escucha activa y acompañamiento en sus capacidades. Es un despliegue de recursos importante, y sobre todo, ¡no infantilizar!
FHS: Mucha labor humana, pero también administrativa ¿verdad?
AM: Sí, todo lo que hacemos debe quedar registrado. Además está la labor de derivación a los Servicios Sociales, los diferentes trámites de Cáritas…
Y no podemos olvidarnos que, sy la familia lo requiere, también podemos acompañarlos a gestiones con la Generalitat, en el banco, con el SOC, en los CAPs, en los centros de salud mental… depende de cada familia, para ellas representa un aprendizaje importante y les apoyamos hasta que pueden hacerlo solas.
FHS: ¿Hay muchos problemas de salud mental entre las familias?
AM: No sé si son muchos, pero los hay. Algunos son diagnosticados, pero los problemas de salud mental percibida sí son muchos. Las familias vienen de vivir en habitaciones realquiladas, pisos ocupados, de pisos en situaciones de habitabilidad lamentables, de pasar hambre… y eso siempre deja huella.
FHS: ¿Qué es lo que más le preocupa actualmente?
AM: Pues actualmente tenemos un problema importante, tenemos familias que ya han llegado a su techo, a la mejor situación personal y laboral a la que pueden llegar y nos encontramos con que no pueden acceder a una vivienda fuera de la Fundación por qué no encontramos vivienda de alquiler asequible. Tenemos un “tapón”.
Debemos trabajar con ellos para que encuentren una vivienda y esto supone en muchos casos marcharse de su entorno, fuera del área metropolitana con el riesgo que supone poder encontrarse otra vez sin red de apoyo. Pero tampoco se pueden quedar en los pisos de la Fundació, hay muchas familias esperando para entrar en el programa. Es necesario evitar la cronización.
FHS: Gracias Anna, te queda mucho trabajo hoy…
AM: Sí, ahora me pondré a realizar llamadas ya «acompañar»
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