Hoy nos hemos reunido con Ivan Soriano. Ivan tiene 23 y vive con su madre y su hermano pequeño en un piso de la Fundación en el barrio de Sants. Nacido en Ecuador, vino a Cataluña cuando tenía 2 años y desde entonces que corre por ahí.
Fundación Vivienda Social: Buenos días Ivan. Tú hace tiempo que corres por aquí, ¿verdad?
Ivan: Hola, pues sí, empecé haciendo fútbol, pero ahora hago atletismo en Hospitalet Atletisme .
FHS: pero tú no eres un corredor corriente, porque naciste con discapacidad.
Iván: Sí nací con una parálisis cerebral que me afecta al sistema nervioso de la banda derecha del cuerpo y que me afecta a la pierna, el brazo y la mano… tengo el brazo más corto y también me cuesta coger cosas.
FHS: ¿esto cómo se lleva?
Iván: pues durante la adolescencia me costó aceptarlo, pero con la ayuda de mis padres lo he ido aceptando.
FHS: ¿Y en qué especialidad compites?
Iván: pues hago velocidad, los 100 y 200 metros, y también los relieves 4X100. El atletismo es muy exigente por eso ya no juego a fútbol, no puedo lesionarme. Práctico de lunes a sábado, normalmente empiezo alrededor de las 6 de la tarde y termino sobre las 10 de la noche.
FHS: ¿formas parte de un equipo de atletismo adaptado?
Ivan: sí, con compañeros con parálisis, discapacidad visual… pero también entreno y compito con deportistas sin discapacidad alguna. Es una forma de superarme y mejorar mis marcas.
FHS: ¿por qué quieres mejorar tus marcas? Explícanoslo porque no es poca cosa.
Ivan: Pues para poder ir a los próximos Juegos Paralímpicos de París.
FHS: Ya estuviste a punto de ir a los últimos a Tokio. ¿Qué hace pasar?
Ivan: Fuimos convocados para correr el relevo universal (4*100) y corríamos con Rusia, Francia y Gran Bretaña. Teníamos que quedar los terceros para poder ir a Tokio, pero en los últimos metros Francia nos adelantó. Sentí rabia, porque esto no nos aseguraba ir. Al final no fue posible.
FHS: ¿y qué estudias Iván?
Ivan: pues yo quería estudiar formación profesional para hacer de entrenador deportivo, pero los estudios no están preparados para personas que tenemos discapacidad y no quisieron adaptarme las pruebas de acceso. Tengo el nivel base de entrenador, para entrenar a niños, y en el club siempre buscan gente, pero es incompatible con mi carrera, porque entrenan a la misma hora que yo y las competiciones igual, no podría acompañarles.
FHS: ¿Te puedes ganar la vida como corredor profesional?
Iván: es complicado. No recibes ayuda mensual de la federación. Para recibirla es necesario estar entre los 8 primeros, y yo todavía estoy en el TOP25.
FHS: ¿pero esto no está nada mal?
Iván: no tanto, a este nivel recibimos becas y compensaciones económicas cuando vamos a competiciones y quedamos en buenas posiciones. En Polonia corrí 3 finales y nos dieron unas ayudas económicas pero no son un sueldo.
FHS: ¿es más larga la vida deportiva de un atleta con discapacidad?
Iván: la media de edad de un velocista es de unos 30 años, ¡aún soy joven![somriu] . Y más adelante, puedo pasar a correr los 400 o los 800 metros. Ya veremos…
FHS: ¿Prácticas otros deportes?
Iván: si también esquío, lo hago con un solo bastón -adaptado- y los esquís están enganchados, no se pueden separar, hay que hacer mucha fuerza con las piernas. Pero lo que de verdad admiro son los compañeros con discapacidad visual que también lo hacen, no sé cómo no les da miedo!! También he jugado a voley adaptado y cuando estamos de competición o en concentraciones el futbolín y el billar no pueden faltar.
FHS: ¿y cuál es el próximo reto Iván?
Iván: Este año está el mundial, que estará en París, como los próximos Juegos. Ya sabemos las mínimas que debemos hacer para poder ir a los JJOO y esperamos conseguirlas y poder competir en los relevos.
Estamos entrenando mucho, dos de mis compañeros son de Madrid y ahora están en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, la otra compañera también entrena a menudo, como yo.
FHS: Un equipo mixto… que interesante.
Ivan: Sí, somos cuatro y yo corro en tercera posición en la segunda curva.
FHS: ¿Y ya estás listo?
Ivan: Pues estoy entrenando mucho, también hago máquinas en el gimnasio. Yo siempre corro por superar mi marca.
Nos despedimos de Iván que no ha parado de sonreír durante toda la conversación. Y seguimos deslumbrados de su fuerza y perseverancia… como la de su madre, que sigue trabajando duro para salir adelante con su familia.
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