En 2017 iniciamos un proyecto de sensorización de vivienda social impulsado por la Mesa del Tercer Sector con la colaboración de CELLNEX Telecom y junto a Fundación Familia y Bienestar Social y Hábitat3
Los objetivos del proyecto eran, y siguen siendo, obtener datos que nos permitan aportar análisis y soluciones a un tema tan sensible como complejo como es la pobreza energética [1] .
En una primera fase se sensorizaron los niveles de CO 2 , temperatura y humedad de un total de 6 viviendas, en tiempo real y de forma individualizada de cada vivienda.
A primeros de 2019, se amplió el parque de viviendas hasta 50, de las cuales 20 están gestionadas por la Fundación Vivienda Social. La Fundación eligió las viviendas procurando tener representatividad del amplio y diverso abanico de su parque (ubicación, tamaño, cierres, condiciones generales de la finca…)
Con la sensorización, la Fundación puede dar respuestas y mejoras individualizadas a cada problema, vivienda y familia. Por eso cuando detectamos datos que no responden a los estándares de salud y confortabilidad entramos en acción:
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía , indica como temperaturas recomendables en el interior de las viviendas las de 20-21º durante el día, y de 15-17ºC por la noche. Los pediatras recomiendan que la temperatura del hogar para un bebé oscile entre los 22º-24ºC de día y los 18º-20ºC durante la noche.
Primera acción: un arquitecto o técnico del área de patrimonio visita la vivienda para ver si existe algún desperfecto o incidencia que afecte a la confortabilidad (ej: ventana rota, calefacción o aire acondicionado averiado…). En caso de encontrarlos se procede a la reparación y mejora inmediata. De esta forma también se contribuye a un buen uso de los recursos ya un ahorro energético, que seguro se ve reflejado en la factura.
Segunda acción: el educador/a social referente de la familia concierta una visita para valorar con ellos la situación y su percepción personal referentes a la climatización. El educador también detectará si es necesario reforzar el asesoramiento sobre la importancia de tener una buena climatización en el piso, si es necesaria capacitación sobre el uso de los recursos que tienen disponibles (calefactores, aires acondicionados, ventilación), o son necesarias otras medidas.
Tercera acción: puntualmente podemos encontrar que la familia diga que no puede pagar la factura. En estos casos comenzamos los trámites necesarios con Cáritas o Servicios Sociales doten de una ayuda a la familia para pagar las facturas. Estos casos son un porcentaje muy bajo, pues
El objetivo de la Fundación F. de la Vivienda Social es sensorizar 40 nuevas viviendas cada año con el objetivo de minimizar el impacto de la pobreza energética en las familias atendidas por la Fundación.