Barcelona, 25 de mayo de 2025 – En la Fundación Vivienda Social trabajamos cada día para que todo el mundo tenga acceso a una vivienda digna. Pero sabemos que una vivienda digna también debe ser sostenible. El cambio climático no es una amenaza abstracta: tiene consecuencias muy concretas, y las sufren sobre todo las personas más vulnerables.
Oleadas de calor, aumentos en la factura de la luz, edificios poco preparados para resistir condiciones extremas… Todos estos factores impactan de lleno en las familias con menos recursos. Por eso tenemos claro que defender el derecho a la vivienda significa también defender el derecho a vivir en un entorno saludable y sostenible.
Durante el 2024, toda la energía eléctrica que hemos consumido en las oficinas y en las viviendas donde la Fundación es titular del contrato proviene de fuentes renovables. Lo acredita el certificado de energía verde de Endesa. Ésta no es una acción simbólica: es una decisión consciente y comprometida para reducir nuestro impacto ambiental y contribuir, desde nuestro ámbito, a una transición energética justa.
Sabemos que queda mucho camino por hacer, pero también sabemos que cada paso cuenta. Apostar por energía verde es una manera más de poner a las personas y al planeta en el centro de lo que hacemos.
